Salimos a las 9.30 de Riópar para llegar sobre las 10:00 de la mañana al aparcamiento. Preparamos las sacas intentando llevar únicamente el material que vamos a necesitar, e iniciamos la ruta a través del bosque. Nos acompaña Corco (el presi), Emilio (experimentado equipador del Club), Claudia y Silvia. En escasos 15 min andando, llegamos bastantes directos hasta la boca de la sima a explorar, el presidente la tiene localizada con mucha precisión.
Silvia se prepara el equipo personal y el material de equipación para entrar la primera, comienza la instalación de cuerda utilizando un natural, un pino cercano y, asegurada ya a la cuerda, comienza a limpiar la angosta entrada a la sima de ramas secas y pinocha. Retira las rocas sueltas y susceptibles de caer y limpia la boca en la medida de lo posible, sin embargo, hay bastante tierra seca suelta y pinocha.
Existen referencias de que esta sima fue explorada en 1992 y que se bajó destrepando, de hecho, no hay signos de ningún anclaje antiguo, la sima está inalterada en este sentido. Aunque aparentemente no es una sima complicada, nos parece una temeridad haberla bajado sin ningún tipo de aseguramiento.
Utilizando tornillos autorroscantes se va progresando con la instalación para poder descender la sima de forma segura consensuando la instalación con Emilio que entra en segundo lugar. Se trata de una sima con las características comunes que hemos ido encontrando en exploraciones anteriores en las cavidades de Cañadillas, a saber, fracturas tectónicas.
Se baja un primer pozo vertical hasta llegar a una repisa a -12m aprox. Desde este punto, la sima se estrecha considerablemente en un paso parecido a un reloj de arena, con dificultad porque en este punto la anchura de la sima apenas permite hacer un taladro de forma perpendicular a la pared se consigue instalar una cabecera doble y con la ayuda de la gravedad, Silvia se deja caer por el estrecho paso para bajar hasta un segundo pozo de unos 7m hasta tocar suelo, desde aquí desciende una rampa que se puede bajar sin necesidad de cuerda hasta una sala cuyo suelo es un caos de bloque a unos -32m. Entre los bloques del suelo existen dos pequeños pozos por los que se puede seguir descendiendo, que se instalan con cabeceras dobles para verificar si la sima continúa en profundidad. Desafortunadamente estos pozos bajan unos metros pero no perpetúan, la profundidad máxima alcanzada es de unos -38m.
Se realiza también una escalada asegurada de unos 8m, en la que Silvia sube instalando chapas mientras Emilio la asegura para comprobar que la sima está bloqueada por este paso con un caos de bloques en el que se percibe bastante corriente de aire,se evalúa pero no se considera mover ningún bloque de piedras por precaución, ya que la estabilidad de los bloques está comprometida.
Una vez llegados a todos los rincones de la sima explorada, Silvia procede a equipar de forma permanente la sima usando anclajes expansivos Spit Inox, usando el taladro con una broca de ∅12 con tope especial para este tipo de anclaje y rematando el agujero manualmente con burilador para la correcta instalación de los mismos.
En total se instalan un total de 10 anclajes distribuidos en 4 cabeceras dobles, 1 fraccionamiento y 1 desviador.
Conforme se va equipando con los anclajes definitivos, Silvia va desinstalando la instalación de exploración de tornillos autorroscantes y la cuerda mientras va ascendiendo hacia el exterior, sale la última de la sima y concluye con los anclajes de la cabecera de la boca y coloca también la chapa identificativa con el nombre de la sima.
En cada actividad del club, incluida ésta, queda registrada con una memoria descriptiva similar a la aquí presente que se presenta a la Federación de Espeleología de Castilla-La Mancha. La hora de salida de la sima son las 17h. Después de la actividad, de valora si es necesario ir a lavar el material, que en este caso no, pero se dobla cuerda y ordena para dejarlo de nueva en las instalaciones de almacenaje del club Sierras del Mundo.