Después de preparar el material, llegamos al aparcamiento del aeródromo alrededor de las 10:00 de la mañana. Nos equipamos y ensacamos la cuerda, partiendo hacia la boca de la sima, a la que se llega fácilmente en menos de 8 minutos.
La entrada se presenta como un pozo rehundido de unos 5 metros de diámetro, en parte cubierto de zarzas. Para descender, instalamos un pasamanos con tornillos autorroscantes y un fraccionamiento natural en un árbol, descendiendo los primeros 7 metros. En el fondo del rehundido, la tierra está bastante suelta, por lo que instalamos un pasamanos holgado para poder estar de pie con seguridad cerca de la boca de la sima.
En la parte más baja de la rampa, se encuentra la continuación de la sima. Aunque es bastante pequeña y está obstruida, se percibe una corriente de aire saliendo. Descendemos unos 2,5 metros en oposición hasta la piedra que bloquea la entrada y realizamos una triangulación con tres tornillos autorroscantes y sus chapas para
intentar retirarla. Utilizando un sistema de desmultiplicación de pesos con una polea doble y dos poleas con antirretorno, logramos extraer la piedra verticalmente de la entrada de la sima. Debido a que el terreno está muy suelto, el objetivo es desplazarla unos metros hacia arriba para evitar que pueda volver a caer.
Para ello, montamos diferentes sistemas de polipastos que nos permitieron moverla no solo verticalmente, sino también horizontalmente, hasta colocarla en un lugar seguro donde no pudiera moverse nuevamente.
La práctica de hoy ha consistido en una tarea que requiere imaginación y visión espacial, jugando con las cargas hasta posicionarla en el lugar deseado. Ha sido una práctica muy ilustrativa y divertida a la vez, basándose en principios de espeleosocorro.
Desbloqueada la entrada, no podemos resistir la tentación de explorar la sima para evaluar su magnitud. Silvia equipa la línea de progresión utilizando tornillos autorroscantes. La sima es una fractura bastante estrecha, de unos 70 cm de ancho, y vertical. Para progresar, se instala una serie de péndulos avanzado
lateralmente. En los puntos donde ensancha más se instala una cabecera o fraccionamiento para poder descender verticalmente, mientras que en los tramos en los que encontramos repisa o es demasiado estrecho se instala pasamanos o se dejan más pendulares dependiendo de las distancias y los roces.
Finalmente, llegamos a una profundidad de unos -20m desde la boca, donde el pozo se ensancha significativamente y descendemos unos 20 metros en un pozo, en volado hasta una repisa con mayor amplitud.
Bajan todos hasta la repisa, Claudia, Jesús y Silvia, pero ya no disponen de más cuerda así que muy emocionados y satisfechos por los avances llevados a cabo en el día se disponen a comenzar el ascenso hacia el exterior pasa salir tras haber desinstalado la cuerda pero no los anclajes de exploración.
En cada actividad del club, incluida ésta, debe quedar registrada con una memoria descriptiva similar a la aquí presente que se presenta a la Federación de Espeleología de Castilla-La Mancha.
La hora de salida de la sima son las 17h. Después de la actividad, de valora si es necesario lavar el material, que en este caso no, pero se dobla cuerda y ordena para dejarlo de nueva en las instalaciones de almacenaje del club.