Sábado 17 de agosto de 2024 nos encontramos Carlos, Emilio y yo en los Bronces a las 8:30. Una vez allí nos dirigimos a la Cañada de los Mojones y a las 10:25 estábamos entrando por la boca de Espeleuka.
La gatera de entrada por fin está seca por lo que pudimos pasar contentos sin mojarnos nada. Nos pusimos los equipos y yo me adelanté a instalar el primer pozo de 20m. Fuimos en dirección a la Sima Speos, la cual bajamos haciendo el péndulo que nos lleva a la galería Artemio Cuenca. Bajamos tres cuerdas más y llegamos a los balcones de la galería de la Conexión. Allí decidimos reequipar la última parte del pasamanos y la cabecera del pozo que lleva al lago Sumidor, pues no se encontraban en buenas condiciones. Carlos y yo pusimos 4 parabolts y placas con anilla inoxidables. Cosimos los nudos, quitamos la cuerda vieja y colocamos una cuerda nueva en la cabecera (la anterior tenía varias flores). Mientras tanto, Emilio puso un desviador para evitar el roce. Al terminar el trabajo eran las 12:50, así que decidimos ponernos el neopreno para continuar por el lago Rubén. Seguimos a la derecha por la vía Ferris, vimos la chimenea David, pasamos por la galería del Fango, por el campamento de la Arena y continuamos por el Fango. Detectamos que los anclajes de la Sima Alfocea estaban en mal estado y habría que volver a seguir reequipando.
Continuamos y vimos la fuente del Chorrador, la galería de las Marlecoritas y fuimos hacia el Lago Sanus. Volvimos hacia atrás y, siguiendo el cable de teléfono, cruzamos por el lago Cases (que estaba seco y llenísimo de lombrices grandes blancas) y anduvimos hasta llegar al Sifón JM Vera. La vuelta la hicimos por la galería E.V.E y paramos a comer justo antes de cruzar el lago T. Miró. Pasamos el lago y seguimos por la galería del Tunel del Tiempo, que no tiene pérdida y se va mucho más rápido. Cruzamos de nuevo el lago Rubén y nos quitamos los neoprenos para colocarnos los monos de tela secos. Desde allí tardamos 1 hora y 45 minutos en salir de la cavidad. A las 19:01 estábamos los 3 fuera.
Ésta es una cueva muy laberíntica que tiene muchísimas bifurcaciones. Por ello, quisimos probar varios de los caminos que tiene, seguir las corrientes de aire y ver el estado de los anclajes que se encuentran tan adentro para poder explorar y pasar de forma segura cuando se necesite. Fue un gran día.
Vicky