Crónica que nos envía nuestro compañero Francisco Martínez (Lion):

El pasado puente del 1 de mayo el Club Deportivo Sierras del Mundo realizó unas jornadas de exploración en los Calares del Mundo y de la Sima, con la intención de equipar y topografiar un conjunto de simas, solicitadas previamente, realizando la correspondiente pernocta cerca del Pozo de la Bomba, punto neurálgico de todo este proyecto.

La mayoría de la información previa recopilada ha sido gracias al trabajo realizado por Mavil y a sus excelentes memorias escritas. Queremos que el presente proyecto sea una manera de rendir homenaje y agradecimiento a este grandísimo espeleólogo y mejor explorador que desgraciadamente nos dejó hace dos años en este mismo Calar. Que la tierra te sea leve compañero.

Pasamos, ahora sí, a relatar lo acontecido durante esos tres días:

Día 29 de abril: El grupo cuenta con la fuerza de trabajo de 7 personas por lo que se dividen en dos grupos.

CM022: Un primer grupo, compuesto por Pony y Miguel, tienen la tarea de explorar esta sima, sabiendo que antes de entrar es necesario un duro trabajo de desbroce. Una vez limpia la boca, utilizan un lejano árbol como reaseguro para el descenso, equipan un spitinox a modo de pasamanos y, debido a lo inestable del entorno, deciden bajar el pozo utilizando de cabecera el tronco del gran espino podado y que sale de la misma boca. Una vez descendido el pozo de entrada de unos 11 metros, llegan a una sala en la que la continuación parece vislumbrarse por una pequeña gatera. Al adentrarse comprueban que en pocos metros ésta acaba llegando a otra pequeña sala llena de restos de animales, caídos probablemente por el efecto trampa que producía el espino, y donde la sima finaliza. Tras dos horas de trabajo salen dejándola instalada para la realización de su topografía el día posterior.

CM075: El segundo grupo de cinco personas se conforma como el más numeroso ya que su tarea es la de equipar, explorar y topografiar CM075, bautizada como Sepipes por Mavil y, gracias al cual, ya conocían sus grandes dimensiones por topografiar y la no tan cercana punta de exploración. Al llegar a la cavidad comprueban que las placas que Mavil puso en su momento todavía siguen allí, por lo que deducen que quizá esté toda instalada, incluso con cuerda, excepto este primer tramo. También piensan que la cuerda para este tramo puede estar escondida cerca de allí, por lo que miran detrás de unos arbustos y encuentran una saca envuelta en bolsas de basura con la cuerda dentro.

Para emprender el trabajo el grupo se divide a su vez en dos. El primero, compuesto por Juanan y Lion, va delante comprobando el estado de la equipación y mejorandola en caso necesario, y el segundo, compuesto por Corco, Clea y Jesús, va realizando la topografía. La sima se compone principalmente de un P20 de entrada que da acceso a una sala en la que salen dos ramales distintos. El primero da a un P66 que, a través de una repisa, comunica con otro inmenso pozo paralelo de dimensiones cántabras y como poco 72 metros de altura, en cuya base por un lateral aparece una inaccesible fractura que absorbe aire, por lo que por aquí la sima finaliza. El otro ramal, tras pozos y escaladas varias, llega a punta de exploración donde hay que realizar una E13 que llevará al que suponen el último punto al que Mavil llegó.

Por lo tanto, el primer grupo desciende el P20 doblando la cabecera y casi todos los fraccionamientos con Multi Monti, debido al deterioro observado en todas las placas fijas. Además, a pesar de estar instalada con cuerda como habían supuesto, deciden obviarla por el estado de barro que presenta. Comprueban rápidamente la equipación del ramal de exploración para que pueda continuar por ahí el grupo de topografía y se adentran en el P66. Ya en éste, descienden de nuevo doblando anclajes e instalando su propia cuerda hasta llegar a la última repisa antes del suelo, punto donde se comunica con el pozo paralelo. Desde aquí, uno de ellos comprueba el resto del descenso del P66, y el otro el pasamanos y el P17 de acceso a la base del que llamaremos Gran Pozo. Una vez comprobado todo, ascienden de nuevo el P66 para juntarse con el resto del grupo. Mientras tanto, el segundo grupo ha topografiado el P20 de entrada, la sala principal y el ramal de exploración hasta la escalada que hay que realizar. Así pues, se reagrupan todos de nuevo en la sala de entrada, justo en el momento que Pony y Miguel aparecen también tras haber realizado sus correspondientes trabajos en la CM022.

Ahora el primer grupo compuesto por Pony, Juanan y Lion acceden a punta y realizan la escalada introduciendo cuatro Multi Monti, la cual los deja inmediatamente en un nuevo pozo. Lo equipan con un natural y dos tornillos más, llegando a una preciosa sala con una gatera de unos 10 metros y cuyo final parece ser también el de la sima. El segundo grupo compuesto por Corco, Clea, Jesús y Miguel topografían el P66 en su descenso, así como el Gran Pozo, y ascienden desinstalando todo el material inservible, dejando solamente una vía en tornillos antiguos que, aun cuando podría utilizarse para su descenso, no ofrece garantías de seguridad. De nuevo todos juntos en la sala principal, deciden abandonar el trabajo por ese día debido a la hora que es y a que algunos de ellos tienen todavía más de una hora hasta el Pozo de la Bomba, otra hora larga hasta el coche y una placentera vuelta hasta Murcia. Salen a las 21:15 de CM075, echen cuentas.

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